24.12.10

quid pro quo

Podría decir que ha sido como una jarra de agua fría, una almendra amarga o una clase de filosofía con resaca. Mentiría. Hasta podría darte las gracias, absurda.
Me he reído, no de mí, de ti. No contigo. De ti.
Tú eres la falta de gracia en un chiste de mi profesor de historia.
Menudo piropo.

15.12.10

Última sentencia

Luchar sin armas,
tropezar y clavarte la bala
que espera en tierra,
sucia, esclava y traicionera.
Se enfrenta a un tanga
de piel de cordero
y saca de la manga
un juego de doce sombreros y medio,
que trece son muchos para un cuerpo tan pequeño
con veinte cabezas sacadas
de cuento de hadas sin alas
que esperan su oportunidad de decir verdades
a locos necios del Hades
que no quieren saberlas.

Cánticos del valle de Adán
susurran en Eva el pecado y la gula.
Ella camina ciega, sorda y muda
buscando a la gallina de los huevos de oro
para comérsela y sentirse tesoro
de piratas de ojo vago y pata coja.

Que mi amigo el necio bebe lamiendo
y el marioneta ha olvidado la letra.
Otro, loco, borracho y sabio se encierra
cuando no encuentra la aguja en el pajar, y desde el final
los sin sentido le están leyendo
la última sentencia.

Que el pato fue cisne antes de pato,
en barraca de feria,
comiendo cerillas
y mordiendo la lengua del payaso llorica
que no sabe que dos por tres son tres más tres.

Que no sé si estamos cansados de saber o responder,
o de las dos cosas.
Quizás de preguntar antes de callar,
o de nada.
Que pido perdón antes que permiso
si quiero acostarme con Tigo,
que Tigo es un cobarde que pedirá permiso
antes que perdón, y no iremos juntos al altar.

Aquí nada es lo que parece
y si quiero taparte la mirada con mis manos
para que adivines quién soy por mi perfume
antes tendrás que jugarte mis entrañas
en la ruleta rusa y saborear mis labios
en el beso de la muerte.

14.12.10

Permíteme escapar de ti. Saltar al vacío sin miedo a darme de cabeza contra el suelo. Levantar las cartas sin esperar un sí.
Quizás algún día puedas mirar la luz sin quemarte las retinas; hasta entonces empieza a acostumbrarte a la nitidez de las velas.

2.12.10

Kamikaze suicida

No sabe si reír o llorar,
echa de menos abrazarse
a su madre cuando quería llorar,
y cantarse a sí misma para dormirse.
Ahora quiere esconderse
detrás de su sostén de encaje
y esperar a atacar
como la serpiente a su presa.
Esperar por la noche
a que el sueño la encuentre,
pensar por la mañana
que lo peor fue despertar,
vestirse y salir de la habitación,
sin mirar atrás,
camino de la estación.
Quiere decir que la echa de menos
y que quiere intentarlo,
pero menos es siempre más
así que tiene fe en el silencio.
La quiere para ella,
pero se equivoca,
no la quiere para ella,
sólo la quiere a ella,
a esa estrella que brilla y suspira,
es especial, es única,
suya,
mía,
de las dos,
de dos.
Kamikaze suicida,
si tú caes yo caigo,
si yo caigo tú caes.
Ser dos no fue antes tan peligroso,
pero me da igual,
sigo viendo mirar pasar los minutos.
Como Hitler a su ideología
o el Che Guevara a la libertad,
como el conejito rosa a la zanahoria,
o el gato a la madeja…
empiezo a ser una loca detrás de las rejas,
dentro de las sombras.
¿Delante? Incertidumbre.
¿Fuera? Dímelo tú cuando salgan las estrellas.
La añoranza de un beso no dado,
las dudas antes de dar un paso en falso.
La luna está alta en el cielo
y es que teme tanto un “pero”…
Bendita ignorancia.
Amores errados y paganos
como el de la oveja y el león,
como el de la locura y la razón.
¿Qué juicio os ha sentenciado?

29.11.10

Una imagen vale más que mil palabras.

16.11.10

Machado manchado.

Te canto como Machado cantaba a Guiomar, con palabras cogidas al azar del diccionario. El mismo recorrido por la Dehesa a diario, esperando a ese hombre manchado y esa triste mirada de noche y de día, con los rezos a un olmo seco, con las esperanzas vacías. No te canto poemas machadianos, te canta un corazón enamorado.

11.11.10

Eri

Si quieres ver lo que te he dedicado, al tuenti, señorita =).

7.11.10

Y desde entonces le digo que sí, aunque tenga la certeza de que nunca iremos juntos a París.
Entre el este y el oeste queda el camino norte-sur.
Quiero escuchar al silencio.

5.11.10

Castillo encantado

Érase una vez que no fue, había o pudo haber una plebeya con su propio castillo encantado de trozos podridos de madera. Unos, muy pocos, años después, esa madera se convirtió por abracadabra en barras de metal oxidable de color azul y luego blanco. A la plebeya le gustaba pasar entre los barrotes de un lado a otro, y habría puesto una habitación en cada hueco si no fuese porque todo esto es inventado. Nunca pensó en que se podía caer si subía arriba porque ella creía que volaba... ilusa. ¿Y si es castillo se caía por el peso de la plebeya que no comía? Bueno, ella dejó de visitar su castillo encantado antes de que eso ocurriera. Acabó temiendo a las brujas y a los duendes, a los fantasmas y a ese ser oscuro que la buscaba de noche. Ya no volvió a su castillo ni pasó cerca de él. Y la plebeya no vivió feliz ni comió perdiz porque, sencillamente, no vivió.

Ruido

Abre los ojos de repente. Las uñas rasgan fuertemente en la ventana. Tiembla, se esconde debajo de las sábanas. Pero ya no cierra los ojos.
El ruido no para.

Adicta a la sangre

Escribía tíldes en diagonal, hacia la izquierda, con colores claros en verano y oscuros en invierno.
Los cipreses se han quedado sin hojas en el cementerio y en el desierto empiezan a florecer las primeras margaritas, que esperan a un alma en pena que escriba en todos sus pétalos "me quiere"; en todos menos en uno.
Adicta a la sangre, rompe todos los espejos que se encuentra a su paso y le devuelven un reflejo. No es pequeña, como le muestran los pequeños, ni grande, si se mira en uno de cuerpo entero, pero sí está rota. Se lame las heridas con la lengua hasta que corta las hemorragias o se le infectan.
La próxima vez le cruzará la cara al que lo llame feo.

Grietas

Los murciélagos vuelan en círculo encima de mi cabeza. Ahora se golpean contra el cristal de la ventana; pronto saldrán grietas.

Laberinto

Creo que le he encontrado la salida al laberinto. O quizás vuelve a ser la entrada. ¡Ah, no! Sólo es un precipicio.
Volveré a intentarlo.
¡Anda! Este tiene cristal. Bueno, ahora iré en busca de una piedra.

27.10.10

Invierno

Si me dicen mala es por algo.

En primavera arranco las flores más bonitas y creo un ramo con ellas que se marchita solo entre historias muertas. Cuando llega el invierno dejo de buscar rosas y paso las noches mirando a las estrellas.

Tuvo suerte.

Tuvo suerte y nada más.
Déjame comerte y esperar un poco más.
Quiero esconderte y jugar al nunca más.
Sueño con tocarte y soñarte un rato más.
Y es que amarte es seguir hasta el final.

En la hoguera.

A la gente no le gusta esperar en el semáforo en rojo, por eso pillan antes al mentiroso que al cojo, porque el cojo se quedó en el asfalto. Se ponen la mierda en la mano antes que ir al baño; y si no les gusta una buena novela, se inventan el final y la queman en la hoguera.

El aquelarre vuela las noches de luna llena mientras la loba aúlla en la pradera.

Un día todo estará inventado y los locos añadirán nuevas notas al piano.

26.10.10

Ni si iba o si volvía.

No sé si ha llovido o si la calle se ha despertado mojada.

Se quedó parada en medio de la carretera completamente desorientada porque no sabía a dónde iba, ni si iba o si volvía.

Juego a esconderme en alcantarillas de madera y a poner petardos en las gasolineras. Busco el sabor de las nubes y la razón de que me gusten los lunes.

25.10.10

¿Y si me acerco?

Bar del Tubo de Zaragoza. Ocho y veinte de la tarde.
•••••••••••••
-¿A quién estará esperando? No deja de mirar hacia la puerta y a su reloj de color azul; y yo no he podido dejar de mirarla desde que se ha sentado en esa mesa redonda. Parece triste. ¿Y si me acerco? No, no me conoce de nada.
Es preciosa… Si sonriera… Seguro que su sonrisa es aún más bonita de lo que me imagino. ¡Esa! Vaya… demasiado breve y sólo como agradecimiento al camarero que le ha traído el segundo vaso de lo que parece zumo. Pero sus ojos siguen tristes.
•••••••••••
-¿Dónde se ha metido? Me prometió que esta vez no me fallaría. ¿Por qué sigo creyendo sus mentiras? ¿Y si le llamo? No, no seas tonta, deja de arrastrarte a su alrededor. Y aún encima ese chico no deja de mirarme. ¡Será descarado!
No puedo creer lo que ven mis ojos. ¡Es ella! Dios… tan preciosa como siempre. Ahora agradezco que tu sustituta no haya aparecido. ¿Y si me acerco? No, demasiado pronto. O quizás ya me olvidaste. Perdóname, yo no pude. Ni quise.
••••••••••••
-Vaya, el antro está lleno. A ver si tengo mi sitio libre… ¡sí! A muchos les parece triste venir solo a un bar. A mí me parece una buena oportunidad para escribir. Claro, a quién le gusta. Todos deberían escribir.
“Charo continúa borrando sus huellas después de dejarlas en la tierra. Si sigue así se le hará de noche antes de llegar a la frontera, pero sino tendrán su rastro para encontrarla. Aunque podría dejar un camino falso… Sí, sólo esperar que lo sigan o al menos que se dividan. Ella sola puede con la mitad. Además, tiene ganas de volver a sentir el sabor de la sangre en sus encías”.
•••••••••••••
-Todavía escribe… lo recuerdo como una de sus cualidades, aunque nunca entendí ni una de las palabras suyas que leí. También era un defecto: en el momento que empezaba a escribir ya no existía nada más. Tuve celos de esa pasión suya y ahora la echo de menos. ¡Oh! Ahora tiene la mirada de haberse perdido en su mundo. Me encantaría saber dónde está.
••••••••••••
-Charo es un personaje muy difícil. ¿Por qué me complicaré tanto?
“Rompe el último cuello y se limpia la sangre de la boca. Sólo siente que su vestido se haya manchado. Y ahora a enterrar tres cadáveres… Lamenta no haber pensado antes en ese pequeño detalle, habrían sido diferentes las cosas. Pero la diversión de la caza le ha absorbido por completo. Debería buscarse novio o un juguete,… para el caso lo mismo le da”.
-¿Y cómo sería ese chico? Madre del amor hermoso… hasta la frívola de Charo se enamoraría de ese hombre. Bueno, lo seguro es que tardaría mucho en matarlo. Qué ojos, qué labios,… Podría pedirle permiso para que me dejara describirlo detalladamente. ¿Y si me acerco? No, muy descarado. Aunque Charo lo haría.
•••••••••••
-Creo que no le gusta que la mire. Pero es que es tan bonita… Pero hace rato que ha dejado de mirar la hora y de volverse a la puerta. ¿Es que me he perdido algo? Tampoco bebe del vaso, sólo le da vueltas al hielo con el dedo. Parece ida. ¿Qué está mirando? Parece que nada… Me acercaría pero antes me ha mirado con la advertencia de “chico, será mejor que no”. ¿Quién no le hace caso a esos ojos? Pero, ¿y si no la vuelvo a ver?
•••••••••••••••••
-Parece que ha encontrado una idea, hace quince minutos que su bolígrafo tiene vida propia. Dios… echo de menos oírla cantar en la ducha y hacerle el amor. Ojalá todas las noches que la soñé se hicieran realidad, o, que al menos, volvieran a aparecer por las noches. Un año y no la olvido… Y sólo la tuve veinticuatro horas.
Decidido, voy a acercarme a ella. Necesito decirle al menos el adiós que silenció con sus labios al salir de casa.
••••••••••••••
“Charo deja para el final a ese joven de ojos oscuros. Le recuerda a su primera víctima y eso le hace relamerse. Él la mira, con ojos decididos a no mostrar miedo, con sus pensamientos en otra. Ella lo sabe y eso le cabrea. Por eso jugará un ratito más con él antes de comenzar con el ritual de los gritos antes de la súplica. Su parte favorita. Pero intuye que este chico va a ser diferente”.
-Seguro que si ese chico de ahí lee lo que acabo de escribir inspirada en él se asustará y me llamará psicópata. Pero es que parece tan fuerte… y odio que esté mirando a esa otra. Por cierto, me suena muchísimo su cara. Será de algún polvo con alcohol de por medio. Bueno, no importa.
Voy a ser como Charo, va a leerlo. Necesito que lo lea. Allá voy.
••••••••••••••
-Parece contenta. Es bonito. Ahora su alegría llega hasta sus ojos, no como al principio. Parece tan pequeña… aunque es como si hubiera crecido de repente. ¿Qué estará pasando por esa cabecita de ideas locas? No deja de mover nerviosa la pierna izquierda. Qué graciosa e infantil.
Me parece que voy a hacer poco caso a su aviso. Necesito saber al menos su nombre, ponerle voz a esos ojos,… tocarla ya sería un milagro. Pero, ¿y si puedo? Vamos, chico, se valiente por una vez en tu vida.
••••••••••••••••••
-¿A dónde va?
••••••••••••
-¿Por qué se levanta?
••••••••••••••
-¿Es que huye de mí?

18.10.10

Olvidar es fácil.

Déjame los secretos de tu vida y hagamos el amor en el balcón. Que un segundo es una hora y una hora es un segundo. Puedes pretender que no estoy delante de ti, olvidar es fácil. Pero tú sí eres parte de mí, no soy tan hábil jugando mis cartas. Sé qué significa perder pero soy fuerte. La próxima vez intenta escaparte de las telarañas de sus mentiras. No puedes subir hacia abajo ni caer hacia arriba. Camina descalza y te clavarás las espinas. Pon las dos mejillas y no te quedará ni una cuando quieras darte cuenta. El coche está aparcado en la cuneta como escarabajo en la pared. Y al caerme esa noche me senté y juré: "te esperaré".

13.10.10

Doscientos.

Al despertar esa mañana no se vistió con ropa de instituto porque sabía que no iría, ni se miró en el espejo porque sabía que pronto le taparían el rostro y cualquier sentimiento que pudiera reflejar, y tampoco avisó a nadie porque no supo nada de esto hasta que no fue tarde. No llegó a la puerta del instituto. Curiosamente, la calle estaba vacía cuando los vio venir. No hizo intento de fuga; lo último que vio fue como todo se volvía borroso.

Al despertar supo que no estaba en el mismo continente aunque, ¿qué importaba? Ya se había perdido, ya no era la misma. El lugar era luz, blanco,… si no le hubiese quedado algo de cordura habría jurado que estaba en las nubes y, más de una vez, deseó que así fuera. Las paredes eran acolchadas y no sabía por dónde había entrado ni si podría salir. Hasta que no sangró lo suficiente no dejó de cerciorarse de que aquello era real. Para mantenerse despierta contaba el número de respiraciones pero nunca llegaba al número doscientos antes de quedarse otra vez dormida. Definitivamente perdió la cuenta de las que veces que empezó a contar. También intentaba imaginarse que estaba viviendo un día normal y rutinario aunque fuese en una vida paralela, pero ni siquiera la imaginación traicionaba al presente. Al final, sin saber si ese final había alcanzado su meta días, semanas, meses, años más tarde o si todavía estaba a años luz para traición suya, dejó de sentir. Tenía el cuerpo entumecido de no moverse, la boca seca por la falta de agua, no recordaba cuándo se había silenciado su estómago. 

Supone que al salir de allí no se sorprendieron de ver un cuerpo sin fuerzas ni rostro ya que era lo que ellos habían creado. Salió y entró muchas veces de aquel sitio, siempre por caminos distintos. Si hubiese recordado cómo se hacía, habría pensado que le cambiaban de habitación cada vez, o quizás no era el cuarto el que se movía, pero esto lo piensa ahora. Terminó refugiándose en esas paredes acolchadas, rezando por no volver a salir fuera. Siempre que entraba, algo suyo se quedaba en el lugar al que la habían llevado ese día y ya no volvía a recuperarlo. Desconoce el número en que pueden dividir el alma y la cordura de alguien, pero duda que sea infinito aunque no llegase a descubrirlo. 

No sabe ni cuándo ni por qué salió de allí. Había olvidado el color del cielo y lo que significaba para ella mirar las estrellas por la noche. Sin embargo, recuerda con una nitidez absoluta el primer pensamiento que acudió a su triste lógica: “nadie entra loco, ninguno sale cuerdo”. Aunque, para todo hay excepción.

9.10.10

Fugitiva.

Tengo amigos en los bolsillos y un condón usado en la cartera. La pistola descansa en la guantera con tres balas menos. Detrás, un coche de policía pasa de largo. El cuerpo de un hombre descansa en el maletero, con tres tiros en el cuerpo y una rosa en la boca.
Tengo una sonrisa en la cara, el pelo danza al viento y The Runaways suena en la radio.
El desierto a los lados. Me voy lejos, freno y escondo el cuerpo. Me tatúo una de las balas en el pecho. Me deshago de la pistola y la cartera.
La sirena suena a lo lejos.
Soy fugitiva.

Tacones rotos.

La cárcel estaba llena de tatuajes, agujeros y cuerpos grandes y sudados. No era sitio para una princesita con tacones rotos, con su cabello rubio sucio y las manos llenas de sangre.
Ella prefería bajar al infierno y seguir matando a sus asesinos.

Realidad.

Hace un tiempo que suena el teléfono y cuando lo descuelgo ya no hay nadie al otro lado.
Hace un tiempo que espero una llamada que nunca llega.

Siento que me queda mucho por vivir,
que no hay camino a mi paso,
que lo escribo con mis manos.
Aún falta para escribir un fin.
No entiendo a los que dicen "no",
ni los sueños sin cumplir.
Hay quienes se cambian mil veces de ropa antes de salir
y otros que prefieren vestir su color.

Estás aquí, es una realidad.
De ti depende cómo quieres vivirla.

Situaciones inesperadas...
Besos prohibidos...
Bailando bajo la lluvia...
Hacer el amor una noche de invierno...

Tres son multitud,
seis una unión.

Las notas siguen su curso
como el río hacia el mar.
Vuelve a cantarme ese susurro,
volvamos a empezar.

Escondite.

Llevaba el tanga desgarrado y cojeaba por la calle húmeda debido a que se había roto uno de los zapatos al correr.
Su camiseta dejaba piel al descubierto, pero era noche cerrada y la mayoría de las farolas o estaban fundidas o estropeadas, por lo que poco se podía ver y mucho adivinar.
Tenía el rímel corrido y un corte en el labio inferior al lado izquierdo, producto de moderse fuertemente con sus propios dientes para evitar un chillido que delatara su presencia en ese escondite.
El alcohol correteaba libremente por sus venas, gemía de dolor y la venda de la muñeca estaba sucia y desgarrada.
Tenía ganas de correr, ocultarse, beberse otra cerveza, salir de casa y vestirse coqueta.

Veo, veo.

¿Vas a contarme cuál es tu secreto?
Quizás eres superman. O cazas ranas para comértelas. O haces ropa de punto para gatitos abandonados. ¿Qué será?
¿Eres un enanito que viste ropa ancha? No… ¡Tienes hijos! Serían extremadamente feos, pero todo es posible. ¡Ya lo sé!, todavía juegas al “veo, veo”. No me mires así… yo lo hago cuando me aburro mucho.
Vale, si no quieres contarme tu secreto… dime al menos quién eres.
Tan perfecto por casualidad no puedes ser.

Radiografía.

Los huesos de esa radiografía no correspondían, como había pensado ella en un principio, con los huesos del brazo de un ser humano, sino con los huesos de una aleta de ballena.
Después todos aparecían muertos y descuartizados.

Pecados bajo los pies.

Sangre en las ventanas. Es un sitio frío, con camillas por todos lados y gris, muy gris. Hay seres fuera de ese sitio, seres sin rostro, sin forma. Dentro sólo hay muertos o asesinos, o asesinos muertos. Es siniestro, sádico y demasiado típico.
Hace unos días, había seres convertidos en monstruos, torturados, insultados, humillados, olvidados...

"No sé escribir poesía,
ni tengo imaginación,
canto canciones en inglés
que sólo entiendo yo.
Ignorantes sentimientos,
¿cuándo os culpé?
Regresará ese día
con pecados bajo los pies".

Escondida en una tienda de campaña hecha tiras, con un vestido azul roto, sangre entre sus piernas, lágrimas secas en su cara, temiendo lo que hay fuera.

Bajo la piel.

Por muy fuerte que escribas sobre el papel, éste no sangrará.
Golpéame todo lo que quieras, pisa mi cuerpo con tus pies, clava tus uñas bajo la piel, arráncame los ojos.
Ciega o no, mi sangre no será producto de tu ira.
Quizás así, escriba poesía.

Museo.

Llegan a un viejo vagón de madera abandonado. En su pared puede leerse la palabra "MUSEO", con mayúsculas de color blanco, correctamente, pues entrar dentro es como ver lo que el tiempo ha dejado para el recuerdo.
Algunos dirán que es un buen sitio para traficar, otros que como nidito de amor no está nada mal, posiblemente algunos hayan llegado a matar entre sus asientos de metal.
Muy pocos reconocerán que es un buen sitio para perderse, para soñar o simplemente esconderse, incluso encontrarse.
Ni siquiera unas esposas que hayan podido perder sus llaves bajo el polvo, encerrarán para siempre una historia que aún está por contar.

Espejo.

Por mucho que lo intenten, el cielo y el mar nunca estarán juntos.
El horizonte es un vago mentiroso del romanticismo.
Al menos existe la certeza de que no se volará los sesos delante de un espejo.

Monstruo.

La princesa se cansó de esperar en lo alto de su torre. Pecando de practicar la zoofilia, se enamoró del dragón que la guardaba entre sus sucias garras.
Como muestra de amor, mató al caballero cuando llegó a salvarla del único monstruo que no la había apartado de su lado.

Café.

Lleva esperando media hora en la entrada de un café. Mira el reloj cada poco tiempo y no deja de decirse que como pasen otros cinco minutos se irá de allí.
Decide entrar y tomarse un café. Pide una copa decorada con una sombrillita a las cuatro de la tarde.
Dos horas después sale del café. Sus dedos juegan con la sombrillita y en la barra ha dejado una copa llena y diez euros.
Al poco de irse, entra una persona que lo primero que hace, antes de pedir, es guardarse los diez euros en el monedero, beberse la copa de un trago y preguntar si ha habido alguien esperando.

Vinilo.

Se esconden, tímidos,
tras los muros de un castillo encantado,
queriendo rodear el mundo con sus brazos.
Buscan la salida entre las rocas,
saltan y no la ven,
incapaces de encontrarla con la ayuda de la brújula,
y es que la tienen a la altura de los pies.
El vinilo ya no sabe qué canción inventar,
sigue esperando a la canción más bonita del mundo
que parece no estar dispuesta a sonar.

Sí.

No busco un sí compartido.
Sólo un sentimiento definido.

Mundo patético.

Era un mundo extraño, un mundo de enanos y gigantes. Andar por las calles era encontrarse en un laberinto de espejos que deforman la realidad. Farolas de tu altura, flores de cinco metros, personas de todos los colores y formas, con los ojos en los pies y las manos en los hombros, o con la espalda por delante y el pecho por detrás, o simplemente andando de cabeza.
Es un mundo borroso, acuoso y de colores grisáceos, en el que destacan los colores de los ojos de las personas, colores que nunca se repiten dos veces. Juegan a contar las baldosas de la calle y a evitar atropellos de perros gigantes, cuyos ladridos son ensordecedores.
Aparece una persona, sólo una, con las cuencas vacías, una altura sin definir y un color singular, cambiante.
El mundo es patético a su lado. Hasta las flores de cinco metros se sienten diminutas.

Escultor.

Son miles de piedras de mármol, irregulares y puntiagudas, de distintas formas y tamaños. 

Era una estatua de mármol. Grandiosa, blanca pura, perfecta, de proporciones equilibradas y sencillas, con una desnudez vergonzosa, sincera,...

Ha sido la ira del escultor, asesino de la única obra de su vida.

Deseo.

Reconozco que me parece una tortura que alguien le doble las hojas al libro.
Peco del deseo de querer arrancarlas y quemarlas. No de todos. Sólo de uno.

Gordos.

El antro es cutre, guarro, en el suelo se acumula basura de hace una semana. Suena música mala y sólo hay gordos fumando puros, bebiendo whisky y jugando al guiñote.
Cayetana, muerta de asco, se sienta en una de las banquetas de madera, limpiándola antes de las migas que tiene encima, y pide una cerveza. Sabe que los gordos la están mirando con ojos saltones y pensamientos obscenos, puede que se le esté viendo la raja del culo, pero no hace intento de tapársela con la chaqueta.
No vierte la cerveza dentro del vaso, se la bebe a morro como si fuera todo un macho y después se limpia la boca con la manga de la camiseta. Se da la vuelta, apoyando la espalda en la barra y abriéndose de piernas. Las miradas ya se convierten en auténticas proposiciones indecentes para una joven de esa edad. Pero Cayetana se siente deseada. Quizás por su cuerpo, puede que por su atrevimiento. También siente repugnancia hacia esos hombres y, posiblemente porque ese asco es más fuerte, se bebe lo que le queda de cerveza de un trago, deja tres euros en la barra y se despide de los gordos relamiéndose los labios.

3.10.10

Hace tiempo que huye, que se cansa de correr y de esconderse detrás de las esquinas y en callejones sin salidas.
Coge las llaves del coche y el rugido del motor al arrancar le recuerda los viajes en familia cuando tenía cinco años e iban a la playa. Su padre contaba canciones de los años ochenta y su madre se mandaba mensajes con su amante. 


Ella no se pone un destino. Parará en el primer puerto que encuentre cuando baje de la ciudad. Quizás deje de perseguirse a sí misma en un paseo por altamar.

2.10.10



Me gusta el azul, pero el sabor del sugus de este color nunca fue mi favorito.

28.9.10

Hay una luna preciosa esta noche.
Su belleza se esconde en lo imperfecta que parece comparada con las lunas de las noches anteriores.
Aquellas que se dejaron ver, por supuesto. Otras fueron demasiado tímidas.

¿Por qué siempre vemos la misma cara de la luna?
Las monedas son más traicioneras. Aunque al menos a ellas siempre las encuentras, del tamaño que sean.

27.9.10

Lo he intentado. He pensado palabras, frases,… y me he imaginado distintas situaciones. Incluso soñándolo después soy incapaz de ponerle forma. Borro todo lo que escribo, pienso en una pared en blanco y sin fondo para poder conciliar el sueño. Da igual.

Huyo, corro por los parques, por las ciudades. Lugares que conozco pero que no tienen ni nombre ni historia. Grito a las personas, me visto de colores claros y hasta sé andar con tacones. Pierdo prendas de ropa antes de alcanzar una meta a la que nunca llego. Y paso de un lugar a otro por un ascensor que nunca deja de subir, ¿de subir a dónde?

Algo está ahí, detrás de mí. Puede pisarme los talones y nunca me alcanza, pero tampoco se detiene.

Todas soñamos alguna vez con el “sí quiero”, y también tememos romper lazos que nos unen.

Estoy cansada de correr en mis sueños. No los entiendo aunque les de forma. Y sigo intentando expresar algo que es más que un simple sueño.

3.9.10

Dicen que no hay razones, aparentemente, lógicas para volverse loco.
Ellas siguen hacia delante y las personas se quedan atrás.

29.8.10

Es posible que sólo sean lloros irracionales,
pero están ahí y soy incapaz de calmarlos.

2.8.10

Hace frío. El aire se congela cuando sale de la boca, los pájaros han volado lejos, todos se resguardan en el calor de sus casas, bajo las mantas o donde les es posible.
Excepto una persona a la que le gusta andar desnuda sobre el hielo, derritiéndolo a su paso, salvaje y valiente, porque sabe que NO se romperá bajo sus pies.

12.7.10

Por ti iba ese grito, esa copa de vino en alto y esas lágrimas. Por la estrella más brillante que he conocido nunca. Por tus sonrisas y tus palabras sinceras. Porque el telón no se ha bajado todavía y el espectáculo seguirá adelante mientras sigas vivo en nosotros. Porque no pienso decirte adiós mientras continúe viendo en el cielo que las estrellas brillan. Y tú eres una de ellas. La más grande, la más brillante, la única.
El único, Chris.

8.7.10

El día que los colores de la televisión se vean mejor… coge el catálogo y vete en busca de uno nuevo.
Es inútil sentirse atraída por una abeja, por muy dulce que sea su miel.

7.7.10

I have to look for my reason, I must continue without any rest. Reborn, escape. I’m going away from here, I’m feeling bad. I’ll have to forgive if this is the truth at the end. It’s ok, I’ll find it. You will never get me, I know.

You can’t come in where you haven’t been called, I’m not trapped. I’m not gonna let you, I’m not going to give up, not me. Learning to fly means loving the wind. Isn’t that you game? I’m not gonna let you, I’m not going to give up, not me. I’m free, you see.

Why did everything go wrong? I want to know what’s going to happen. What is my mission if I’m not in my condition? I have to look for my reason; I have to fight with all my soul. I’m going to escape. You know it. You won’t possess my freedom.

You can’t come in where you haven’t been called, I’m not trapped. I’m not gonna let you, I’m not going to give up, not me. Learning to fly means loving the wind. Isn’t that you game? I’m not gonna let you, I’m not going to give up, not me. I’m free, you see.

You see, I’m free.

2.7.10

No es lo que eres, sino lo que haces con lo que eres.
Todo lo que vemos es la mitad de lo que existe.

30.6.10

Lo más difícil de este mundo es vivir en él.
No soy aficionada a los amaneceres. Mucho menos a los que son de color rojo-rosa-anaranjado. Pero los prefiero a no verlos.

31.5.10


Siempre me pregunto, cuando observo las estrellas, si tú estarás viendo las mismas que yo, si la noche te huele del mismo modo, si has pensando en mí antes de acostarte como yo he pensado en ti. Lo cierto es que eres el aire que respiro y por el que continúo adelante. Daría todo lo que tengo, todo lo que soy, por ti, porque tú estuvieses siempre bien. Y mentiría descaradamente si te dijera que nunca he soñado con cómo sería pasar veinticuatro horas juntos. Supongo que será porque desde mayo del 2007 tú eres la respuesta a cualquier por qué.

30.5.10

Un pasito de ranita
cuenta la historia de una ovejita
que murió
devorada por el gran tiburón
cuando en la pradera tomaba el sol.

29.5.10

Me gusta jugar con el pintauñas. Sobre todo me gusta dejar que las gotitas caigan. Da igual que el líquido sea más espeso que el agua. Las gotas descienden y al final, con esfuerzo, hacen lo que las demás: caen. Necesitan más tiempo, y, eso, las hace distintas.

23.5.10

Marta ha cumplido los dieciocho. De vez en cuando lleva pañales y se pone un chupete entre sus labios. Por las noches se enciende una lucecita y duerme con su peluche. Marta llora siempre y es una quejica porque grita si le pellizcan los mofletes. Le gusta jugar a papás y mamás aunque nunca hay papá. Sus barbies sin cabeza son sus muñecas preferidas. Marta se viste siempre con ropa de color rosa porque le gusta ser cursi. Le divierte asustar a su hermano pequeño como le asustaron a ella a su edad y canta canciones inglesas en un idioma desconocido para ella. No le gusta estudiar cosas de mayores y le dan asco los chicos porque son muy raros. Se chupa el dedo cuando tiene hambre o está durmiendo, y se mete el dedo en la nariz cuando piensa. Marta no recuerda las cosas que hace una vez hechas, canta canciones populares y hace reglas incorrectas.
Marta tiene dieciocho y sueña que vuelve a ser feliz.

22.5.10

6

Affidarsi alla cieca in voi,
viaggio al vostro fianco e

non avere paura perche voi essere qui.

19.5.10

Off


Muchos prefieren el botón de off en el mando a distancia. Quieren encerrar sus sueños en una bola de cristal, quieren cortar por la mitad las fotografías del pasado y conocer cada punto y coma del futuro. Quieren que el presente no exista, que nada cueste un céntimo y que el máximo esfuerzo sea levantarse por la mañana. Quieren facilidades en un mundo sin problemas. No saber lo que es tropezarse y mucho menos lo que es caer. Desconocer el miedo y la muerte, pero borrarlas para siempre del diccionario. Quieren todos y cada uno de sus sueños cumplidos. Algunos hasta querrían tenerlo todo para no disfrutar de nada más. Poder apilar todos los calendarios en una esquina y que no se cayeran al suelo. Dormir más de la mitad del día y el resto del tiempo quedarse sin hacer nada. No sentir, no necesitar energía para dar un paso y luego otro. Directamente no tener que caminar, estar en una silla y ver la vida pasar. Pero la vida de los demás, no la de uno mismo, porque puede no tener un final feliz.
Querrían mirar siempre la misma imagen. Oscura y neutra. No envejecer. No ser nada y serlo todo.
Temen darle al on y que les guste lo que pase.

=(

Querría atreverme a contarte un secreto. Tampoco es un secreto. Es algo que me da miedo decirte. Es algo que me asustó mucho cuando lo descubrí. Es algo que no entiendo. Querría que me dijeras que no pasaría nada por decírtelo. Pero no estoy segura. Y duele. Pero, lo peor es que no me arrepiento.
Dime, ¿cambiará todo lo que ha pasado hasta ahora? ¿Cambiará lo que sentimos?
Dime, ¿serás capaz de perdonarme? ¿Serás capaz de entenderlo por los dos?
Dime, ...¿me quieres?

17.5.10

A feel is not a feel until you feel it

9.5.10

Los héroes casi nunca son tal como los imaginamos: unas figuras atractivas e imponentes con músculos prominentes y barbilla perfecta. La mayoría de las veces son seres humildes: menudos e imperfectos. Sólo su espíritu es hermoso y fuerte.

P.d: Nathan Hurst no iba muy desencaminado.
- ¿Ese "otro sitio" era el cielo?
- No lo sé.
- ¿Hay un infierno?
[...]
- No lo sé. -Entonces añadió-: Creo que quizás esté aquí.
Creo que la diferencia entre el cielo y el infierno no es tanto el lugar como la compañía.
Para muchos, vivir en un mundo poblado de gente como ellos sería el cielo.
Y para otros, sin duda, sería el infierno.

8.5.10

No era como los demás. Era distinta, extraña, un ser que nunca antes se había cruzado en mi camino. Bonita pero peligrosa, rasgos finos y marcados, sincera y misteriosa... era única.

Y con ella se fue el camino pero no la luz.
Los recuerdos no desaparecieron... tampoco lo haría su risa.
Pero tuvimos que decir adiós a su mirada astuta y cambiante.

18.4.10

Culpable de amar.
Inocente de elegir.
Estúpido al apostar a su favor.

...good luck...

If you win... I will think that all is possible.

Es el juego del amor.
Sin reglas, tramposo, macabro, testarudo y luchador.
¿Se pueden amar a dos personas a la vez?
¿Se puede jugar a dos juegos paralelos hasta que se juntan?
El temporizador está funcionando y espera mi turno.
Decido pasar palabra a los dos amantes escondidos.

5.4.10

Lindsey Naegle quiere al señor Burns... xD
Que gamba tan pequeña... parece una gambita.

30.3.10

El saltamontes saltaba y saltaba en el prado verde sin césped. El saltamontes buscaba agua en el suelo que pisaba. El saltamontes era marrón y no se gustaba. El saltamontes saltaba y no se cansaba. Y así murió, fue al cielo, saltó y se gustó vestido de agua y azul.
Sobre sale mucho pero no sabe nada.

23.3.10

Son curiosas las estaciones. Lo normal es que en otoño se caigan las hojas y crezcan en primavera, ¿no? Pues hoy el mundo ha decidido ir al revés. Se caen.
Si una cuchara puede revolver el yogurt... ¿todas las cucharas del mundo son las culpables de que se mezclen nuestras vidas? ¿Habrá una cuchara gigante para que nuestras vidas estén siempre patas arriba? ¿No será que prefiero culpar a las cucharas antes que a las manos?
De primero un plato de besos. De segundo prefiero tres filetes de abrazos bien hechos. Para el postre querré un vaso de granizado de caricias. ¡Oh! Y para los entrantes... quiero dos platitos de preguntas y cinco de respuestas. ¿Para beber? La ignorancia.
Culpable de saber.
Inocente de querer.
¿Segura? Sólo de que todo es real.

21.3.10

Se escuchaban los tacones de la vecina a la una de la mañana y los ronquidos de mi padre encima de la cama. No podía dormir. Y no eran culpables ni el dolor de cabeza ni de tripa ni los sonidos de esta última. Más tacones, ronquidos, un portazo y algún coche a lo lejos más el sonidos de los segundos pasando en el reloj. Y el sueño no llegaba por el cúmulo de decisiones que empezaba a aflorar. Y después nada. Ni coches, ni ronquidos, ni reloj, ni tacones, ni portazos, ni dolores. Me quedé dormida. El truco estaba en cerrar los ojos.
No sé sobre qué escribir. No sé si mencionar temas tan concertos como la política, el cine o la magia; o temas tan abstractos como el amor, la fe y el egoísmo. Podría hablar de las palabras o de mi vida. Pero ya lo he hecho. ¿Familia? ¿Amigos? ¿Miedos? ¿Esperanzas? Ya está todo en papel. Quizás ya haya mencionado todos los temas, creo. Quizás un tema del que no he hablado es de la comida. No, de eso también. Al final no encuentro un tema nuevo, no encuentro palabras que no haya escrito ya. ¿Herrete quizás? No, acabo de hacerlo. Supongo que así es la vida: la misma sopa de letras una y otra vez. En distinto orden pero las mismas palabras.

12.3.10

Palabras, vocabulario. Letras en un orden que les da un significado lógico. ¿Estamos locos? Puede. Será por eso que decimos tantas incoherencias.
El color se había difuminado. Ya no había dos colores separados por una línea invisible, como un horizonte. Ahora había más tonos, incluso algunos imposibles. ¿Y si esos colores siempre estuvieron ahí? ¿Y si sólo se trate del punto de vista?
Un día un grupo de niños decidió jugar al juego del escondite. Veinte años después algunos siguen jugando.
Sucedió cuando menos te lo esperabas...
mientras leías esto.
Suficiente chocolate con nata.
Ahora palomitas.
Mañana... coñac, ron y café.

8.3.10

Mientras camine por el sendero marcado... me perderé.
Llegará un día que tenga que salir y entonces me encontraré.

4.3.10

Dime quién fue el que besó las sábanas a las montañas. Quién sintió los suspiros de los ángeles. Dime quién fue la que jugó con las llamas del infierno… y no se quemó. Quién fue la que sopló 200 velas del pastel y no murió… Quién estuvo bajo el agua una hora y pudo respirar. …Y quién fue el valiente que durmió con leonas que no le comieron. Hubo alguien una vez que paseó sobre brasas y agujas y nunca derramó una lágrima… y también existió alguien que saltó por la ventana… y flotó. Podría decirse que son sueños pero… ¿y si la vida es un sueño? Sólo se trata de la vida.
Llega a casa corriendo. Lleva corriendo desde que se dio cuenta. Está impaciente y asustada. Saca las llaves del bolsillo por el camino y encuentra la del portal al tacto. Sube la cuesta y abre la puerta con torpeza. Corre. El ascensor está ahí pero sube por al escaleras de tres en tres. Se tropieza pero continúa hasta el segundo piso. Las pulsaciones se vuelven violentas y nota los latidos de su corazón en todo su cuerpo. Busca la llave que abre la puerta de su casa. La encuentra. Abre, temblando. Cierra de un portazo y se va hacia la primera puerta del pasillo a la derecha. Se mete dentro. El baño. Se quita toda la ropa, quedándose desnuda. Y se mira al espejo, su reflejo le devuelve una imagen que ya conocía de antes. Pero busca, se gira, mueve su piel,… busca y no la encuentra. ¿Dónde está la marca que le demuestre que ya no es la de antes? Ella lo siente, lo sabe,… pero necesita verla… necesita verse.
Movía sus dedos de la mano izquierda sobre la mesa como un pianista haciendo una escala de cinco notas. Re, mi, fa, sol, la. Re, mi, fa, sol, la… y de nuevo la escala. Su brazo derecho estaba doblado en la mesa y lo utilizaba para posar su cabeza en él, acechando cual leona en la sabana. Seria, pensativa, esperando, eligiendo. Re, mi, fa, sol, la. Los tenía delante, todos para ella. De distintos sabores y colores. Deliciosos. Se le hacía la boca agua. Los dedos se movían a mayor velocidad, su respiración se aceleraba. Paró. Se levantó, miró enfadada y se marchó dejando los sabores y los colores, una melodía de piano y las ganas de comer helado.
Las estrellas bailan en el cielo cogidas de las manos e imitando danzas que ven desde ahí arriba.
Las nubes lloran lágrimas que caen de abajo. Y los rayos del sol ponen alegría donde hubo pena.
La luna trae los secretos de los corazones y los guiños a media noche cuando ella es la única que se percata de los pecados.
Y nosotros aquí abajo somos hormiguitas andantes que lo único que hacemos es servirles de marionetas a las estrellas, las nubes, el sol y la luna.

1.3.10

La mañana siempre ha tenido un olor diferente. Un olor de sol, de gente despertándose en sus camas con el pensamiento de “unos minutos más, por favor”, de los desayunos recién hechos y las prisas del reloj que siempre está adelantado. Sí, sin duda mi olor preferido será siempre el de la mañana. El olor que tiene el comienzo de un nuevo día.

28.2.10


Y llegará un día que te pierdas, que desconozcas el camino, que llores y grites de rabia y de dolor, que pienses que nada vale nada, que quieras meterte debajo de las sábanas...

Ese día estaré a tu lado para volver a hacerte sonreír, para consolarte, para dejar que me pegues, para mostrarte el mundo,... para que creas que hay más de lo que vemos.

Feliz cumpleaños, niña de mis ojos.
- Mamá, tengo ganas de llorar.
- ¿Por qué, cariño?
- No lo sé, pero tengo ganas.
- Ven aquí y llora, que es bueno.

Y la niña se abrazaba a su madre y lloraba un rato hasta que se tranquilizaba. ¿De verdad no sabía por qué lloraba o es que nunca quiso decirlo?
¿Qué fue de esa niña? Hoy ha vuelto a llorar de repente pero ya no va a abrazarse a su madre.

24.2.10

La estructura de un texto es simple. Tiene una función del lenguaje, un punto de vista y se trata siempre de un tipo de texto (a veces hay más de uno en cada apartado y a veces hay hasta los dos puntos de vista). Tiene introducción, nudo y desenlace. Las palabras lo forman: adverbios, adjetivos, verbos, pronombres, preposiciones, sustantivos,… simple. Me gustaría hacer un día un comentario sobre el significado de los textos. No palabras, sentimientos.

23.2.10

[...] De pequeña me enamoré de los cuentos infantiles. Quizás por el colorido, las canciones y el nulo significado que tenían para mí. [...] La música sigue siendo parte de mis días, el color aún se guarda en las paredes... y muchos son los momentos en los que no quiero entender. [...] Por fin puedo decir que es un cambio bueno. [...]

segunda parte.
Pasear entre ratas de cristal no es problema. No se mueven, no te muerden ni se acercan a tus piernas para trepar por ellas. No olisquean el ambiente en busca de comida basura, no se miran con odio ni se insultan a las espaldas. No se aparean con unas y con otras ni juegan al escondite. Y tampoco duermen, así que nunca sueñan. No, pasear con ratas de cristal no es problema. Hasta que pisas una.

18.2.10

- Por cierto, por si quedaba alguna duda: no me gustan los chicos, me gustan las chicas.
- ¿Te gustan las chicas?
- Sí.
- Dormiré para celebrarlo,- y se bebió el vaso de whisky.

···

- No me gustan los chicos.
- ¿No te gustan los chicos?
- No. Me gustan las chicas, son más sencillas.
- Jajajaja, no son más sencillas.
- Pero me gustan.

Mantuve antes una conversación con mi reflejo. Llegamos a estar de acuerdo. Y no, no perdí la cabeza. Y sí, soy lesbiana. Y no, no estoy loca. Y sí... por fin. =D

16.2.10

Ya está.
Se acabó.
Metafóricamente, literalmente, realidad y ficción.
NO.

15.2.10

557

Tú también te mereces una entrada. Simplemente por ser tú.

I think that it is possible, I think that the distance is not important and love is too big to don't forget. Sometimes I don't understand but... there is a thing that I know: always.

I love you, my brother.

14.2.10

Voy a bautizar este día como el día del: no amor.
A ver si así celebramos el día de los enamorados el resto de los días del año.

P.D.: feliz día a todos. =D

8.2.10

Salto a la pata coja en un juego tan antiguo como la vida. El juego del cuento que nunca se acaba.

7.2.10

¿Os cuento un secreto? Bueno... vale... pero sssssssssssssshhhhhhhhhhhhhhh...
SOY LESBIANA.
Pero ssssssssssssssssshhhhhhhhhhh... Esto que quede entre nosotros... sssssssssshhhhhhh...

¡Ups! Quizás ya no es tan secreto.
....lalalalalala

6.2.10



Nunca he sido tan feliz como lo soy ahora.
Una lástima.
¿Por qué?
Voy a tener que esforzarme mucho por hacerte más feliz cada día.

5.2.10

Digo tonterías. Hago tonterías. Pienso tonterías... Esto es una tontería y siento tonterías. ¿Soy tonta? Eso que es una tontería.
Es cierto que tengo unos pedazo de amigos.

3.2.10

6

No lo entiendo ni creo que pueda entenderlo. Hay sentimientos que sólo se pueden sentir. ¿Probabilidades? 0'1%... ¿Logradas? 100%... Seguimos ganando.
Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa.

2.2.10

Había una vez... hace diez segundos, once, doce, trece, catorce, quince, dieciséis,... que alguien se aburrió.

1.2.10

No siento ni frío ni calor. No siento la pena y la tristeza. No siento amor ni odio. No siento aunque tengo corazón. Tengo corazón y sufro.
Hay tantas voces como personas. Que se hagan oír es diferente.
Ni siquiera el calor del radiador calma el frío de mis manos.
Lento, rápido, rápido, lento. Lento, rápido, rápido, lento. Lento, rápido, rápido, lento. No, no es ni un polvo ni un orgasmo. Es tango.
Sabedora de tus sentimientos me dije ¿por qué no?
A las dos nos gusta la pasta. ¡Vámonos a Italia!
Soy como la avestruz. Tengo alas, quiero volvar, y no puedo. ¿Mutaré a búho? Dicen que todo es posible.
Me gustan las historias de cuento y sé que tú lo sabes. Así que, ¿por qué no creamos nuestra propia historia sin que sea cuento?
Quizás sea mejor así y no de otro modo.
Quizás así... no necesite un mapa para guiarme o una brújula para conocer el norte.
Quizás... la verdad es que no lo sé.
"El todo hace más que las partes", me dijeron una vez. No sé qué decir. Si le quito las capas al pañuelo tengo más pañuelos para secar las lágrimas.

31.1.10

Hago rayas verticales y horizontales de color rosa.
Las diagonales se las reservo al gris.

29.1.10


No sé qué decirte.

No digas nada.

Entonces diré algo.

...........

Algo. Ya lo dije.

Se tiró del puente y no tuvo miedo. Mató al asesino y no tuvo miedo. Actuó sin pensar y no tuvo miedo. Pensó en voz alta y no tuvo miedo. Sentenció y no tuvo miedo. Soñó y no tuvo miedo. Se aventuró sin mapa y no tuvo miedo. Se perdió y no tuvo miedo. Se encontró… y tuvo miedo.
No vale de nada arrepentirse cuando ya se ha hecho.
Tutti frutti.
No me gusta el tutti frutti.

20.1.10

Reconócete.

Cállate. Deja de hablar de ti como si fueras lo más importante y maravilloso del mundo, como si sólo fueras tú, tú y tú. Calla. ¿Por qué eres tan egoísta? Cuando vamos por donde pasas pretendes que me agache y bese el suelo por el que caminas. Corremos cuando quieres y luego me ordenas que te seque el sudor ¡a lengüetazos! A veces estudias para sacar notas, pero si no las sacas la culpa es mía. Otras veces eres más feliz vagueando. ¿Pero quién es responsable de tu asqueroso suspenso? Tú no, eso seguro. Comes y vomitas, pero pecan mis manos y mi boca. Sales el fin de semana y te emborrachas como si fuera a ser el último día. Pero yo pongo el dinero para que compres esa botella, yo no te digo “para” cuando te pasas, yo no te recojo en brazos cuando te tambaleas ni te pongo las manos en la cabeza cuando te mareas. ¿Verdad que la culpa es mía? Claro, por supuesto que sí. ¡Pero cállate! Eres la persona más egocéntrica que conozco. “Eso de ahí es mío”. “No toque eso que me lo rompes”. “No me mires que me manchas”. “No me hables que me avergüenzas”. ¿Pero tú te escuchas? Hablas como una niñita mimada de papá. Claro, es lo que eres. Y aún así… te necesito y te quiero. No te rías por creer que por eso eres más importante. No te rías por pensar que mandas en esta historia. ¿Quién comete esos errores? ¿De quién es la culpa? ¿Quién mira donde no hay y encuentra polvo cuando busca riquezas? ¿Qué es lo que quieres de verdad? ¿Acaso lo sabes? No, claro que no. Te da igual. ¿Sabes? Le haces creer a la gente que te da igual todo el mundo excepto tú. Va a crecerte la nariz, monada. Me da igual que me estés mirando con cara de odio. Te estás mirando realmente a ti. Es tu reflejo lo que ves ahora mismo. Que tu cabeza sea independiente es una rareza de la vida. Puede que no pertenezca a este cuerpo y me encuentre encerrada en alguien tan horrible personalmente como tú. Pero… encanto, tú eres responsable de tus actos. No yo que apenas soy una masa casi inerte dentro de tu cuerpo. Aunque al menos tengo voz para gritarte que te calles de una vez, para aconsejarte que dejes de decir el pronombre de la primera persona del singular como si fuera lo único que amas, y para que empieces a mirarte al espejo y a reconocerte en él. Claro que no todo es malo. Total, si la soledad te termina encontrando siempre me tendrás a mí. No intentes huir, cariño. Si yo me voy tú te vas, si tú te vas yo me voy. Quizás llegue a ser el único ser que te soporte lo suficiente.
Cállate. Deja de hablar de ti como si fueras lo más importante y maravilloso del mundo, como si sólo fueras tú, tú y tú. Calla. ¿Por qué eres tan egoísta? Cuando vamos por donde pasas pretendes que me agache y bese el suelo por el que caminas. Corremos cuando quieres y luego me ordenas que te seque el sudor ¡a lengüetazos! A veces estudias para sacar notas, pero si no las sacas la culpa es mía. Otras veces eres más feliz vagueando. ¿Pero quién es responsable de tu asqueroso suspenso? Tú no, eso seguro. Comes y vomitas, pero pecan mis manos y mi boca. Sales el fin de semana y te emborrachas como si fuera a ser el último día. Pero yo pongo el dinero para que compres esa botella, yo no te digo “para” cuando te pasas, yo no te recojo en brazos cuando te tambaleas ni te pongo las manos en la cabeza cuando te mareas. ¿Verdad que la culpa es mía? Claro, por supuesto que sí. ¡Pero cállate! Eres la persona más egocéntrica que conozco. “Eso de ahí es mío”. “No toque eso que me lo rompes”. “No me mires que me manchas”. “No me hables que me avergüenzas”. ¿Pero tú te escuchas? Hablas como una niñita mimada de papá. Claro, es lo que eres. Y aún así… te necesito y te quiero. No te rías por creer que por eso eres más importante. No te rías por pensar que mandas en esta historia. ¿Quién comete esos errores? ¿De quién es la culpa? ¿Quién mira donde no hay y encuentra polvo cuando busca riquezas? ¿Qué es lo que quieres de verdad? ¿Acaso lo sabes? No, claro que no. Te da igual. ¿Sabes? Le haces creer a la gente que te da igual todo el mundo excepto tú. Va a crecerte la nariz, monada. Me da igual que me estés mirando con cara de odio. Te estás mirando realmente a ti. Es tu reflejo lo que ves ahora mismo. Que tu cabeza sea independiente es una rareza de la vida. Puede que no pertenezca a este cuerpo y me encuentre encerrada en alguien tan horrible personalmente como tú. Pero… encanto, tú eres responsable de tus actos. No yo que apenas soy una masa casi inerte dentro de tu cuerpo. Aunque al menos tengo voz para gritarte que te calles de una vez, para aconsejarte que dejes de decir el pronombre de la primera persona del singular como si fuera lo único que amas, y para que empieces a mirarte al espejo y a reconocerte en él. Claro que no todo es malo. Total, si la soledad te termina encontrando siempre me tendrás a mí. No intentes huir, cariño. Si yo me voy tú te vas, si tú te vas yo me voy. Quizás llegue a ser el único ser que te soporte lo suficiente.

14.1.10

Puta de lujo.

La vida es como una prostituta. Cuanto más placer le pida, más le tendré que dar a cambio. Pero soy tan avariciosa, necesito tanto ese placer que me da que no pienso en lo que gasto ni en lo que le debo. Sólo me importa ese momento. Son tantas las noches que me ha acompañado esta puta de lujo que ya no sé cuánto le debo. Y, sin embargo, no quiero dejar de pedirle placer. Soy egoísta. Y ella una puta.

Susurros


Susurra al oído palabras sinceras, dime cómo eres, dime lo que sientes. Pero antes de eso, escucha lo que tengo que decirte. Tengo que decirte que no soy coherente ni madura, tampoco sincera y lógica. Rozo la locura y a veces soy la más absurda. Me gusta gritar, cantar en la ducha y contar historias; otras veces prefiero la paz del silencio. No suelo ser paciente, tampoco inteligente. Lloro con las películas y con libros en blanco. Salgo al parque los días de invierno pero prefiero la niebla en el cielo. No pienso lo que digo ni digo lo que pienso, pero pienso y digo. ¿Mi sueño? Volar. ¿Mi miedo? La soledad. Y ahora dime, ¿quién eres tú? Con una palabra es suficiente. La mía es diferente.

6.1.10

MEMORIAS DEL UNO AL DIEZ.

Mientras juego con las velas del pastel
Cuento los números del uno al diez.
Uno,
Un beso húmedo, sencillo y maduro.
Dos,
Mañana fría, tarde romántica, noche de pasión.
Tres,
Billete en la mano, carrera en la media, abierto el sostén.
Cuatro,
Vestido de gala, guantes de sea, butacas en el teatro.
Cinco,
Copas rotas de champán, regalos bajo el árbol la mañana del veinticinco.
Seis,
Delante del espejo me miro y me quito el jersey.
Siete,
Fotos de pájaros, de fiestas, del cielo, de personas,… revelo el carrete.
Ocho,
Mentiras que hacen crecer la desconfianza como la nariz de Pinocho.
Nueve,
Seis y media de la mañana, persiana bajada, luz apagada, llueve.
Diez,
Memorias de una realidad, ante todo, cruel.