12.7.10

Por ti iba ese grito, esa copa de vino en alto y esas lágrimas. Por la estrella más brillante que he conocido nunca. Por tus sonrisas y tus palabras sinceras. Porque el telón no se ha bajado todavía y el espectáculo seguirá adelante mientras sigas vivo en nosotros. Porque no pienso decirte adiós mientras continúe viendo en el cielo que las estrellas brillan. Y tú eres una de ellas. La más grande, la más brillante, la única.
El único, Chris.

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