21.12.09

Te temo a ti

No puedo dormir. Es probable que sea porque me he despertado demasiado tarde, o puede que el responsable sea el pánico que me corroe por dentro. Me han dicho que es bueno sentir miedo pero, ¿tan a menudo? Ya no sé vivir sin miedo: no sentirlo es demasiado extraño, sentirlo es ya una costumbre.
¿Puede que tú también tengas algo que ver, amiga mía? Te echo de menos, y sé que debes estar enfurecida conmigo por haberte abandonado tanto tiempo, pero... De las dos eres la más independiente y también la más testaruda. Y aún así... ¡oh! Está bien, he sido una estúpida ignorándote todos estos meses. Pero, ¿acaso no habrías hecho tú lo mismo estando en mi lugar? No, ya sé que no. También eres la más fuerte. Perdóname , ¿si? He intentado hablar contigo pero has vuelto a salir huyendo. Ni siquiera has dejado que te viera, y cuando me has dicho algo ha sido para gritarme enfurecida por mi arrogancia. Me lo merezco, pero tú también tienes parte de culpa. Y es que, a pesar de que eres ya parte de mí, no sé cómo alcanzarte, cómo gritarte que te necesito y que eres más de lo que piensas. Gritaré todas las noches tu nombre si hace falta, lo haré. ¿No te lo crees? Quizás no me conoces tan bien como debes pensar.

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