5.1.11

La suma de los dados

Nadia coge aliento después de la carrera. No es ella la perseguida sino la perseguidora. Una vez que le ha dado alcance deja caer de su bolsillo dos dados rojos.
De pequeña le enseñaron a no preguntar y con el tiempo aprendió a disparar primero.
Nadia no cruza los dedos ni se besa el anillo de su mano. Sabe que la suma de los dados da siete, como siempre.
El día que deje de pasar, habrá preguntado antes de disparar y la bala llevará su nombre.

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